Varias son las características que definen ante qué tipo de neumático nos encontramos: estructura, banda de rodadura o condiciones de uso son algunas de ellas. Para entender qué calzado le conviene más a nuestro vehículo, vamos a describir cada uno de ellos.

Estructura

Neumático diagonal

Se compone de capas de tejido cruzadas diagonalmente. Dichas capas se superponen entre sí hasta formar un entramado de hasta ocho en el caso de los turismos o 12 en el de los camiones. Gracias a ello, aportan rigidez, siendo adecuados para transportar cargas pesadas a velocidades moderadas.

Neumático radial

Aparece en los años 50, propiciando la progresiva desaparición del diagonal. En este caso la armadura del neumático está compuesta de capas de tejido en posición radial, es decir, directamente de un talón a otro transversalmente. Así, se forma una especie de tubo rematado en su parte superior por telas provistas de cables metálicos en rejilla.

Ello permite que el flanco sea más ligero y flexible, redundando en una mayor duración, seguridad y disipación de la energía, garantizando además una mayor superficie de contacto con el asfalto.

 

Estación de uso

Neumático de verano

Se puede utilizar durante los 12 meses del año, si bien su diseño y cualidades se han pensado para maximizar el agarre, permitir una conducción suave y reducir la resistencia a la rodadura en época sin nieve.

Neumático de invierno

Dispone de una banda de rodadura y un tipo de goma pensadas para adherirse a la nieve, pudiendo actuar como sustituto de las tradicionales cadenas. En cualquier caso, es lo suficientemente polivalente como para ser utilizado en otras condiciones, aunque su mejor rendimiento llega con temperaturas muy bajas y la presencia de lluvia o nieve. Además, es alrededor de un 10% más caro que el de verano y dura menos si se utiliza en condiciones calurosas.

Neumático todo tiempo

También llamado All season, este neumático ofrece un rendimiento intermedio, proporcionando mejor adherencia que el de verano en condiciones invernales, pero no tanta como el de invierno, claro está. Es ideal para zonas en las que el invierno no es muy severo y las nevadas, breves.

 

Dibujo

Neumático asimétrico

En este caso la banda de rodadura es diferente en el interior y en el exterior, por lo que debe ser montado en una dirección concreta y los flancos están marcados a tal efecto. Uno de los lados puede haberse diseñado con la función específica de maximizar el agarre en seco, mientras que el otro funciona mejor a la hora de evacuar el agua.

Neumático direccional

Su dibujo suele tener forma de flecha y está especialmente diseñado para evacuar el agua, por lo que suele utilizarse en neumáticos de invierno. Al igual que el asimétrico, tiene un sentido de montaje concreto para funcionar adecuadamente.

 

Tecnología constructiva

Neumático tubeless

Este tipo de neumático funciona sin cámara en el interior para mantener el aire, contando en su lugar con una capa de aislamiento fabricada con un caucho específico que garantiza que la unión entre el neumático y la llanta sea hermética.

Actualmente, esta tecnología es utilizada por el 100% de los fabricantes, ya que ofrece una simplificación considerable del proceso de montaje, evitando además las pérdidas inmediatas de aire en caso de pinchazo. Adicionalmente, la disipación del calor es superior, permitiendo alcanzar mayores velocidades.

Neumático de perfil bajo

Este tipo de neumático presenta mayor rigidez en curva, aunque también mayor riesgo de pinzamiento en carreteras en mal estado o al golpear bordillos. Su uso es habitual en vehículos de corte deportivo, ya que ofrecen un mayor rendimiento en curva, pero también menos comodidad y un comportamiento dinámico más radical.

Neumático recauchutado

La carcasa de un neumático usado es aprovechada como base para colocar una nueva banda de rodadura. En este caso el neumático se diseña con ello en mente y su uso es habitual en camiones, pues acumulan muchos kilómetros y desgaste en poco espacio de tiempo.

Neumático runflat

Un refuerzo adicional en los flancos y los hombros permite que, en caso de pinchazo, el neumático no se deforme por completo y el vehículo pueda seguir circulando a velocidad reducida (máximo 80 km/h por lo general) durante unos 100 km.

Neumático de bajo consumo

Puede llegar a suponer un ahorro de 0,2 litros cada 100 km, para lo cual es concebido con materiales específicos y en el diseño de la banda de rodadura prima la reducción de la resistencia al rozamiento.

 

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